lunes, 13 de mayo de 2013

EL FUTURO DE ANTORCHA

Agencia MANL/Por Jorge Treviño
Por su protagonismo enarbolando causas sociales, sin duda la organización Antorcha Popular representa en la lucha por el poder un dolor de cabeza para diferentes actores políticos tanto de gobierno como de partidos políticos.

Su líder Aquiles Córdoba Moran les ha conducido con acertada estrategia de evolución política, en este 2013 es la estructura afiliada al Partido Revolucionario Institucional con mayor solides tanto organizativa como ideológica. Estos dos elementos le han llevado a conseguir posiciones políticas como regidurías, presidencias municipales, diputaciones locales y curules en el Congreso de la Unión, además de cientos de plazas docentes y administrativas gubernamentales.

Antorcha Campesina, Antorcha obrera, Antorcha Estudiantil y ahora Antorcha Popular son los nombres de algunas variantes sectorizadas para abanderar movimientos de gestión social en diferentes estados de la república mexicana. Se adhiere al PRI en 1988 durante la campaña política presidencial de Carlos Salinas de Gortari, a partir de entonces cabalgan en caballo de hacienda.

Pero los antorchitas no dependen tan sólo del erario público, desde siempre procuraron la creación de negocios productivos que les generan recursos, ellos ahora poseen empresas formales de producción y de servicios desde donde alimentan su movimiento.

Así nació, con talento, con disciplina y con actuar mimético que confunde en sus detractores la intransigencia predispuesta por razón política con la beligerancia irracional.

Sin embargo durante el último lustro el capital político logrado, comienza a ser un riesgo detonante debido a la actitud despótica que algunos de sus dirigentes adoptan en la relación obligada con instituciones de gobierno y lo peor es el manejo totalitario del poder con la ciudadanía. Sinónimo de que se están alejando de sus principios ideológicos, se observa un distanciamiento entre su discurso y la realidad.

En el Estado de México Antorcha Popular tiene muchos adversarios y bastantes de ellos en el propio PRI, la verdad es que al interior de su partido la rivalidad surge cuando son afectados los intereses de quienes sin hacer nada por sus comunidades de pronto ven llegar al antorchismo con orden, propuestas, capacidad logística y empuñando los reclamos ciudadanos.

Existen muchos líderes o cacicazgos familiares que llevan años gozando de la pax mexicana que no mueven un dedo en favor de sus conciudadanos, pueblos o colonias que durante décadas no pueden anotar en su historia obras nuevas que les inserten al progreso estatal o nacional.
Estos parásitos son los más escandalosos frente al trabajo de Antorcha, así ocurrió en Chimalhuacán, en los Los Reyes La Paz y recientemente en Cuautlalpan Texcoco en esos lugares comunidades los cabecillas políticos se venían repartiendo los cargos de gobierno como estanquillos de feria o palenque.

Ahora Antorcha Popular puede estar avanzando hacia el autoritarismo totalitario y hasta el fanatismo con tal de conservar el poder, los gobernantes son presionados para dotar preferencialmente de recursos a la causa antorchista y los ciudadanos son condicionados a la absorción para ser atendidos o recibir servicios.

El siguiente pasó del movimiento antorchista es dentro del PRI con mejores monturas, o lo que suena más lógico fuera del tricolor pero dueños totalmente de su destino.